La economía circular es considerada la mejor opción para transformar nuestro actual
modelo de economía lineal fundamentado en: extraer, consumir y desechar.
El actual modelo lineal ha ocasionado que la sociedad para lograr mantener sus actuales patrones de
producción y consumo, requiera 1.8 planetas y que para 2050 se requieran 3 planetas. Lo anterior ha
sido consecuencia de la alta dependencia a los recursos naturales y la alta generación de residuos, es
así que, en 2021, la sociedad logró consumir todos sus recursos disponibles el 29 de julio quedando
en números rojos no solo con el planeta sino también con las futuras generaciones.
La economía lineal ha generado diferentes beneficios como un crecimiento veloz, procesos más
rápidos y en ocasiones económicos, permite una mayor demanda en poco tiempo. No obstante ha
ocasionado algunos costos como la alta demanda de materias primas derivadas de recursos
naturales, un crecimiento insostenible y sociedades con inequidades.
Es por esto que, surge la necesidad de generar un cambio en este modelo y lograr la transición a uno
más sostenible que permita no solo hacer frente sino también permita adaptarse a los grandes
desafíos ambientales, sociales y económicos que tiene la humanidad actualmente y los que están por
llegar. Esta solución es conocida como “Economía Circular”. Esta alternativa busca redefinir el
concepto de crecimiento haciendo énfasis en los beneficios para todos los actores de la sociedad
mediante la disociación de la actividad económica del consumo de recursos finitos y eliminar los
residuos del sistema desde el diseño.
Según la Fundación Ellen MacArthur, referente internacional y pionera en el tema de economía
circular, los tres principios de este nuevo modelo económico son: Eliminar residuos y
contaminación desde el diseño, Mantener productos y materiales en uso, y Regenerar sistemas
naturales
Los principales beneficios asociados a la economía circular, son la reducción de la contaminación,
minimización en la extracción de recursos naturales, procesos más eficientes y eficaces, creación de
empleo, fortalecimiento de la innovación, sostenibilidad y creación de valor. No obstante, dentro de
los principales obstáculos de su aplicación están la transformación política, regulatoria, cultural,
financiera, tecnológica y de infraestructura.
Se ha establecido que una transición hacia una economía circular es clave para la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El potencial de la Economía Circular en la región de América Latina y el Caribe es tal, que se espera
generar más de un millón de puestos de trabajo para 2030 y específicamente para Colombia podría
generar hasta 11,7 mil millones de dólares anuales fundamentados en ahorros de materiales y
oportunidades de nuevos negocio.